27 Dec Tips para disponer de una bodega perfecta en casa
El vino es una de las bebidas más importantes en la mayoría de culturas, está asociado a buenos momentos e incluso aporta beneficios para la salud en las dosis adecuadas de consumo. Por ello, para los amantes de este deleite, no hay mayor placer que disponer de una bodega propia en su vivienda, donde poder mantener y conservar perfectamente sus botellas más preciadas.
Aunque no seas un fanático del vino, disponer de una bodega en casa aporta un toque de distinción y exclusividad que será muy apreciado por tus visitas y, además, te permitirá estar siempre preparado para cualquier imprevisto u ocasión especial. Por ello, en este post, no solo vamos a contarte qué necesitas para integrar este espacio en tu hogar, sino también cómo hacerlo de la forma más estética y funcional posible, para que puedas disfrutarlo al máximo.
Ventajas de tener una bodega propia en casa
Tener tu propia bodega en casa no solo aportará un toque diferente y único a la vivienda: también podrás tener a mano los mejores vinos siempre que quieras y, al estar conservado en condiciones idóneas, te asegurarás de que no se estropee ninguna botella y lo disfrutarás siempre con la máxima calidad. Además, localizarás fácilmente aquello que deseas beber, pues tendrás todo en completo orden, y comprobarás de qué botellas dispones solo con un vistazo, facilitándote su control.
Lugares más adecuados para ubicar tu bodega
A la hora de elegir el sitio idóneo en el que instalar tu bodega, es importante que tengas en cuenta las siguientes consideraciones para la conservación del vino:
- Las botellas deben guardarse en una habitación interior, sin calefacción y que esté bien ventilada. Lo más recomendable es que la cantidad de luz sea mínima, por lo que sellar las ventanas, si las hubiera, es la mejor opción. El vino también necesita una temperatura constante, por lo que aislar las paredes es importante para conservar su calidad.
- Es aconsejable colocar un regulador de temperatura y humedad: la temperatura perfecta siempre es menor de 15º y la humedad debe estar en torno al 60-80%. Si estas variables no son correctas, la conservación del vino no será la adecuada, haciendo que su deterioro sea más rápido, sobre todo cuanto más añejo es el vino.
- Si las botellas no se van a consumir en el plazo de un mes desde su compra, han de colocarse en posición horizontal, para que el vino esté en contacto permanente con el corcho. ¿Y por qué, te preguntarás? Porque, de secarse el corcho, podrían alterarse algunas de sus propiedades (como la elasticidad, incluso podría encoger su diámetro) y se rompería el cierre estanco, lo que estropearía el vino.
- Las botellas han de estar inclinadas ligeramente para que los posos queden en el fondo y, además, deben moverse lo mínimo posible. Por eso, lo ideal es contar con algún sistema que evite el contacto entre ellas, de forma que no desplacemos las demás botellas cuando queramos coger una.
- También es aconsejable que tu bodega esté alejada de otros electrodomésticos, ya que la vibración y los cambios bruscos de temperatura pueden llegar a estropear el vino.
Teniendo en mente estos datos, hay que valorar cuál es el lugar que más se ajusta en nuestro hogar. Uno de los sitios más frecuentes en los que guardamos el vino es la cocina, e incluso encontrarás reseñas sobre tendencias en cocinas perfectas que integran botelleros en este espacio; sin embargo y teniendo en cuenta las pautas de conservación que hemos señalado antes, este no es el lugar ideal para conservar tus botellas, a no ser que cuentes con una vinoteca refrigerada.
Lo ideal es elegir un lugar bajo tierra, como un sótano, ya que en estos espacios las condiciones de temperatura, luz y humedad son más estables, favoreciendo la protección del vino.
Claves para decorar una bodega en casa
Ahora que ya has elegido dónde colocarás tu bodega, toca seleccionar el estilo decorativo de la misma.
Aunque lo más común es darle un toque rústico, existen multitud de soluciones creativas que pueden personalizarse, para hacer de este espacio un lugar único que refleje tu personalidad y la de tu casa.
Estos son algunos de los elementos básicos que necesitarás en tu bodega, no importa el estilo que elijas para la misma:
- Estanterías de almacenamiento o exhibidores: recuerda que las botellas deben estar compartimentadas de forma que no se toquen las unas con las otras y colocadas en horizontal, con una ligera inclinación.
- Armarios climatizados: si consideras que ciertas botellas necesitan unas condiciones especiales o si no puedes llevar a cabo un correcto aislamiento de la estancia, esta es tu mejor solución.
- Etiquetas: si los estantes que has elegido no te permiten ver las botellas con claridad, puedes optar por un sistema de etiquetado que te permita tenerlas organizadas. De esta forma podrás incluso llevar a cabo un registro de las botellas que compres y de las que consumas, para que nunca te lleves una sorpresa.
- Mesa o barra: una superficie en la que puedas disponer de algún tipo de almacenamiento para los complementos que necesitarás o, simplemente, para hacer una cata a solas en tu propia bodega. Este elemento es básico y muy personalizable.
- Graduador de iluminación, regulador de temperatura y de humedad: estos son básicos para asegurarte de que la conservación del vino es ideal.
- Caja de accesorios: los básicos son un decantador, un sacacorchos, una cubitera (para enfriar los vinos blancos o espumosos), un filtro (por si el vino tiene posos), tapones a presión (por si dejamos una botella inacabada). De ahí, puedes llegar hasta el infinito: argollas anti goteo, platillos para colocar las botellas sobre la mesa, escanciadores, sacacorchos semiautomáticos, termómetros, descapsuladores, aireadores…
- Un buen juego de copas de cristal: no es necesario contar con un juego para el vino tinto y otro para blancos y espumosos, ya que actualmente hay diseños que se ajustan a todas las opciones, pero contar con al menos un buen juego de 12 copas es básico.
El estilo de todos estos elementos debe ir en consonancia con la decoración general de la estancia. Por ejemplo, si te decides por un toque rústico, lo ideal es que las paredes y suelos estén decorados con piedra natural y con toques de maderas nobles, lo que no solo aportará un punto aún más auténtico y distinguido a tu bodega, sino que además ayudará a conservar el vino.
Por otro lado, si lo que te gusta es el estilo moderno, siempre puedes optar por mármoles oscuros o metales, formas geométricas e incluso muebles a medida.
Pero si de verdad quieres sacarle provecho a tu bodega, te proponemos que transformes la estancia en un verdadero paraíso del relax en el que disfrutar de un buen vino a solas o en compañía. ¿Cómo? Añadiendo una sala de estar al conjunto.
Si te decides por esta opción, te proponemos que aísles, a través de una cristalera, por ejemplo, el espacio puramente dedicado a las botellas, de forma que la temperatura en la zona de relax no sea tan fría. Asegúrate de que el aislamiento es correcto para no perjudicar al vino.
La decoración y los complementos deben ir, por supuesto, en consonancia con el resto de la bodega: volviendo al ejemplo del estilo rústico, sofás y sillones de cuero o terciopelos, los tonos oscuros y las maderas nobles son tu mejor opción. Ojo con los colores claros, las superficies que reflejen en exceso la luz o que aporten demasiado calor a la estancia.